Imagina la escena: te encuentras en el campo, lejos del pueblo más cercano, en una cálida noche de verano. El viento está en calma y todo está en silencio salvo por los suaves sonidos de los animales nocturnos. Estás tumbaba sobre una manta entre largas briznas verdes de hierba y miras al firmamento despejado. La luna te sonríe y las estrellas titilan felizmente. ¿Puedes imaginar un momento en el que te hayas sentido tan relajada?
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UNAWE